
Hay muchos motivos para dejar de morderse las uñas, los más comunes la higiene y la estética. El 26% de la población se las muerde y a menudo esconde las manos cuando está acompañado porque presentan un aspecto sucio y descuidado.
Dejar de hacerlo puede ser un reto personal, pero no es fácil sin ayuda. Siempre han existido productos para dejar esta manía y ahora vemos
que la última novedad es muy efectiva por el apoyo que ofrece con una App para dispositivos móviles gratuita y por su composición única, ya
que contiene extracto de pomelo y denatonio, la sustancia más amarga del mundo según el Libro Guinness
de los Récords.
Que el 26% de la población lo haga me parece muchísimo, pero aún sube más el porcentaje, hasta el 42% en jóvenes de 21 a 25 años.
Las causas de este hábito tan antihigiénico son:
- Aburrimiento.
- Estrés.
- Incertidumbre.
- Miedo.
Razones para dejar de morderse las uñas:
- Morderse las uñas es antihigiénico. Hay millones de bacterias acumuladas en las manos y uñas. Las personas que se muerden las uñas se llevan estas bacterias a la boca una y otra vez, por lo que se corre el riesgo de infección.
- El hecho de humedecerse las uñas regularmente las debilita. Esto puede conducir a la aparición de eczemas u otras infecciones por hongos en los dedos.
- La saliva seca puede producir olores indeseables en los dedos y uñas.
- A largo plazo, morderse las uñas podría conducir a un crecimiento incorrecto de la uña y, como resultado, a la aparición de uñas encarnadas. Los extremos de los dedos no se verán bonitos ya que están llenos de pieles o heridas. Estas heridas conducen, a su vez, a un mayor riesgo de infecciones.
- Morderse las uñas también puede causar molestias físicas. Si los niños se tragan sus uñas al morderlas, pueden sufrir dolores abdominales.
- Morderse las uñas afea su apariencia.
- Al morderse las uñas, el borde libre desaparece pudiendo provocar inflamación y elevación de los bordes laterales que pueden derivar en formaciones irregulares y verrugosas. Estas alteraciones pueden ser irreversibles.
- Morderse las uñas refleja inseguridad.
¿Por qué nos mordemos las uñas?
El hábito es un reflejo que no se puede controlar con facilidad, y se repite inconscientemente una y otra vez. A menudo, los niños imitan este mal hábito de sus padres.
No puede hablarse de personas que sean más susceptibles a desarrollar el hábito de morderse las uñas. Existen, sin embargo, momentos clave en la vida de una persona que pueden inducirla a comenzar este hábito.
Cuando tienen lugar muchos cambios en poco tiempo, como en la pubertad, que suele ser un momento típico en el que todo lo que creíamos se convierte repentinamente en grandes interrogaciones, se obtiene una mayor comprensión de ciertas cosas y la independencia y capacidad de razonamiento en el cerebro se desarrollan. Sentimos que debemos descubrir con quién tenemos cosas en común, aprender a tener nuestra propia opinión, ser independientes y hacernos valer, y nos acompaña frecuentemente una sensación de incertidumbre. Es entonces cuando un mecanismo de defensa, como morderse las uñas, puede surgir como un reflejo para lidiar con estas dudas..
El reflejo de morderse las uñas puede compararse al de un bebé con su chupete o al de las personas que comen demasiado o demasiado poco. El comportamiento siempre produce un efecto calmante. Es un ejemplo de un mecanismo de defensa defectuoso para tratar ciertas emociones.
Siempre existe un sentimiento en la raíz del hábito de morderse las uñas. El vínculo entre esa emoción y este mecanismo de defensa tiene un efecto de condicionamiento en el cuerpo. Si el cuerpo experimenta un efecto agradable como consecuencia de un comportamiento que en sí mismo no es muy constructivo o positivo, se genera un efecto de relajación. Y ese reflejo se convierte en un hábito.
¿Qué transmite el lenguaje corporal de quien se muerde las uñas?
El acto de comerse las uñas ofrece la impresión de estar nervioso, sentirse inseguro o incluso ocultar algo. Las personas que se muerden las uñas generan la impresión de no tener ciertas cosas bajo control. Esto ocurre porque se interpreta como una reacción infantil como sería, por ejemplo, chuparse el dedo. Por supuesto, no todo el mundo lo ve así, pero en la mayoría de los casos morderse las uñas se ve como algo negativo. La interpretación también depende del contexto. El lenguaje corporal es muy importante en el entorno laboral, pero es igualmente relevante en otros contextos como a la hora de conocer gente, hacer amigos y en otras actividades sociales.
Maneras de dejar de morderse las uñas:
Según los estudios de Korizky y Yechiam existen dos terapias eficaces para ayudar a eliminar este hábito: la terapia conductual y la terapia de aversión (rechazo). Raylex® es un producto pionero que combina por primera vez ambas terapias.
La terapia conductual:
Consiste en una técnica diseñada para cambiar la conducta de forma progresiva. Utilizan un sistema basado en recompensas para ayudar a generar un cambio en la conducta. El castigo se limita a establecer claramente lo que no se debe hacer, pero no a definir cuál es el comportamiento deseado. Al aplicar este método a las personas que se muerden las uñas, esto se traducirá en acordar un período de tiempo durante el cual deberán evitar el hábito. Si logran su objetivo en este plazo, tendrán derecho a una recompensa. Esto es justamente lo que hace la App Raylex®.
La terapia de aversión (rechazo):
Consiste en una técnica conocida en la terapia conductual, utilizada principalmente para el tratamiento de impulsos poco saludables que generan satisfacción en la persona. Esta terapia, en el caso de las personas que se muerden las uñas, se pone de manifiesto con una sustancia tremendamente amarga que se aplica en las uñas para generar un reflejo inmediato, es decir, la persona sentirá este sabor amargo y desagradable en la boca durante un período determinado y estará condicionada, por lo tanto, a aborrecer el hábito de morderse las uñas.
Gracias a su uso permite ser conscientes del momento en el que empieza a morderse las uñas y de las emociones que se sienten en ese momento. Esto proporciona una comprensión de la causa del problema. Podría estar relacionada con el miedo al fracaso, la incertidumbre, la pérdida de la independencia...
Todo se reduce a generar una reacción negativa o aversión hacia algo que anteriormente constituía una fuente de satisfacción. Y esto es justamente lo que ofrece el aplicador Raylex®. Se utiliza como un rotulador y no deja brillo.
Además, es importante tener la motivación correcta o una meta. Dejar un hábito sin saber por qué queremos dejarlo es casi imposible. Tenemos que saber con claridad el beneficio que sacaremos de ello.
Por último, es importante recibir apoyo. No podemos renunciar al hábito de mordernos las uñas solos.
Lo que hace especial a este nuevo producto, Raylex® es que ofrece un enfoque integral. La terapia de aversión es una parte importante de ese enfoque. Hacer que morderse las uñas sea algo desagradable crea la reacción opuesta con el comportamiento aprendido (debido al sabor amargo del aplicador Raylex®).
La App Raylex® también tiene un papel clave. Por lo general, cuando nos deshacemos de un síntoma, lo reemplazamos por otro. Así, puede que dejemos de mordernos las uñas pero, por ejemplo, podríamos comenzar a comer más.
La App ataja este problema al centrar la atención en la desagradable sensación que está en la raíz del hábito. De esta forma, aprendemos a darnos cuenta del momento en el que somos más propensos a mordernos las uñas y concienciarnos al respecto. La App también nos ayuda a abandonar el hábito gracias a su papel de apoyo y de motivación.
Copio el spot publicitario porque aunque puede parecer un poco grotesco es muy realista...
Para algunas personas 18 días no son suficientes para dejar este hábito. Si la tentación de morderte las uñas es muy grande, se puede seguir usando Raylex® con total seguridad mientras lo veas necesario.
Raylex® también puede utilizarse para eliminar el hábito de chuparse el dedo en niños mayores de 3 años.
No se han hecho estudios de su uso en embarazadas por lo que no recomendamos su uso hasta terminar el período de lactancia.
Raylex® no contiene parabenos ni conservantes.