Claves para elegir bien una cama articulada.

   Todo empieza cuando nos planteamos comprar una cama articulada al ver que cada vez se hace más difícil el cuidado de nuestros mayores o por pura comodidad. Así que empiezan las dudas, no sabemos por dónde empezar, las hay con y sin carro elevador, con o sin ruedas, con distintas funciones, distintos materiales, con trapecio, barandillas, etc. 

    En este blog vamos a intentar darte las claves para poder elegir la cama geriátrica que más se ajusta a las necesidades de la persona que va a usarla. 

 

   Una cama articulada (también llamada cama eléctrica, geriátrica u ortopédica), es una cama que puede articularse en distintos planos, normalmente cuatro. Actualmente estas camas son eléctricas y se manejan con un mando eléctrico. 

 

 

     Puntos a tener en cuenta:

 

  • El peso del usuario: Estas camas incorporan las prestaciones necesarias para las personas con algún tipo de dependencia. La mayoría de ellas están fabricadas para soportar hasta 140 kilos de peso pero existen en el mercado camas XXL que soportan hasta 350 kilos, que son las denominadas bariátricas. 
  • Medida de la cama: En cuanto a las medidas, podemos decir que la más común para la cama eléctrica es de 90 cms. de ancho x 196 cms. de largo para un colchón de 90 x 190 cts. pero disponemos de todas las medidas:70, 75, 80, y 105 cms.  Suelen preguntarnos si existe algún modelo para matrimonio. La respuesta es que sí, ya que se puede elegir un somier y colchón de cualquier medida pero nosotros os aconsejaríamos que, en este caso compréis dos camas articuladas independientes y las pongáis una junto a la otra ya que es más económico, más cómodo en el momento de asistir a los usuarios y además las sábanas son más fáciles de colocar. 
  • Carro elevador: Es el mecanismo que permite subir y bajar la cama para hacer más fácil la vida al paciente. Algunas se pueden bajar hasta los 20 cm del suelo para evitar caidas, recomendadas para personas con Alzheimer. Poder elevar la cama es una gran ventaja para incorporar y acostar al paciente, sin tener que forzar la espalda a la hora de realizar el aseo, cambio de pañal, postural o de sábanas.
  • El tren y el antitren de Lemburg: sirve para inclinar la cama hacia el cabecero o hacia el piecero.Es de gran utilidad en problemas reapiratorios y/o circulatorios, tan frecuentes en personas encamadas.
  • Material del somier: Aconsejamos los de acero ya que se pueden limpiar y desinfectar mucho mejor que los de madera. Evitamos con el acero manchas y olores, y lo más importante es que es ignífugo.
  • Patas o ruedas: lo más aconsejable sería con 4 ruedas, con sistemas de frenos adaptados a las cuatro patas o a dos.
  • Cabecero y piecero: son elementos puramente estéticos ya que no son necesarios para que la cama de ortopedia realice su función. 
  • Barandillas: por seguridad para evitar caidas o porque necesiten un apoyo a la hora de acostarse o levantarse de la misma. Es imprescindible comprobar que el modelo elegido no entorpece la entrada y salida a la cama y que no pellizque al usuario.
  • Trapecio o incorporador: La mayoría de las camas suelen traer de serie los anclajes para que se le pueda adaptar el incorporador. Es un asidero para que personas que conservan algo de movilidad, puedan usarlo para incorporarse o recolocarse en la cama ya que tenemos que intentar que hagan el máximo ejercicio posible.
  • Portagoteros: Como en el caso de los trapecios, las camas están preparadas para incorporar un sistema de gotero.

Disponemos de camas en venta o en alquiler para usuarios temporales.