Mitos de la Vitamina C

   Todos hemos oído hablar de la gran importancia de esta vitamina en el sistema inmunitario para aumentar las defensas y prevenir catarros.

   A continuación te doy una serie de datos y desmonto algún mito para que este invierno tengas las cosas claras:

 

  • No sirve para evitar los catarros.
  • Pero la vitamina C estimula la función de los leucocitos, así ayuda a nuestro sistema inmune.
  • La vitamina C interviene en la formación de colágeno.
  • La vitamina C es un potente antioxidante neutralizando el envejecimiento cutáneo y en general de todo el organismo.
  • Aumenta la absorción de hierro de los alimentos, por eso es buena idea añadir a las lentejas pimiento verde o comer de postre un kiwi.
  • El zumo de naranja conserva perfectamente la vitamina C hasta 12 horas. ¡Cuántos zumos nos habrán hecho beber nuestros padres a toda velocidad!

    En cuanto a los zumos, hay que considerar que aportan más cantidad de vitamina c ya que utilizamos más naranjas pero desperdiciamos la fibra de la fruta que es tan beneficiosa para tantas cosas. Por eso yo no aconsejo más de un zumo diario y por supuesto, siempre natural. Los zumos envasados contienen gran cantidad de azúcar por lo que es mejor eliminarlos de nuestra dieta y de la de los niños.

       Alimentos con alto contenido en vitamina C:

  Guindillas, pimientos, romero, perfil, espinacas, kiwis, naranja, mandarinas limones, guayaba, todos los tipos de coles, papayas...

   Personas con riesgo de deficiencia de vitamina C:

  1. Los fumadores y los fumadores pasivos: Los estudios muestran que los fumadores tienen niveles más bajos de vitamina C en su sangre que los no fumadores y se piensa que es debido al aumento del estrés oxidativo.  A las personas de estos grupos se les aconseja consumir más vitamina C, hasta 35 mg (50%) más que los no fumadores. Si eres fumador, aunque sea pasivo, considera tomar un aporte extra.
  2. Las personas con enfermedades crónicas o malabsorción , como la caquexia.
  3. Otros grupos de alto riesgo son aquellas personas con cáncer.
  4. En la etapa final de una enfermedad renal terminal (fallo del riñón), o con hemodiálisis crónica.
  5. Los bebés que reciben leche hervida o evaporada: Hervir o evaporar la leche destruye toda la vitamina C que proporciona. Por eso, la mayoría de las fórmulas infantiles vienen fortificadas con vitamina C, consulte la información nutricional de un producto específico para estar seguro.
  6. Las personas con dieta poco variada: La vitamina C se encuentra principalmente en frutas y verduras frescas. Las personas que no consumen estos alimentos, o que no varían demasiado su dieta están en riesgo de deficiencia de vitamina C.

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